El primer detergente de la historia

¿Sabías que el primer detergente de la historia universal fue la orina?

Durante mucho tiempo, se concedió a este desecho líquido el uso de un limpiador, por estar compuesto de amoniaco, un componente químico con efectos detergentes.

Fue recién hasta el siglo XIX que el detergente empezó a convertirse en aquello que hoy día conocemos, un producto natural y/o sintético que puede lograr que las manchas desaparezcan.

Después de la orina, la primera versión jabonosa de este se fabricó en Alemania en 1906, y consistía en una mezcla de jabón tradicional, a la que se añadió perborato y silicato sódicos.

Sin embargo, sus efectos no lograban cumplir con las exigencias de limpieza que se incrementan día a día.

Hoy en la actualidad, el lavado e higienización efectiva de materiales y superficies, en un estado de suciedad compleja, requieren de productos químicos especializados, como aquellos que componen a los detergentes industriales.

En FACILITA, realizamos procesos de limpieza y mantenimiento de cualquier dificultad, porque estamos capacitados para asumir los retos más desafiantes en salubridad de espacios.

Actuamos en función de un plan de higiene inteligente que responde a variables clave, como la acción mecánica, la temperatura, el tiempo de contacto y la acción química para remover suciedad, incrustaciones, eliminar virus y bacterias, y garantizar una correcta desinfección y limpieza de los espacios.